domingo, 30 de agosto de 2015

Tenía que ser así...

Tras 29 días de vivir al aire libre, empaparnos de vivencias, anécdotas, juegos, agua, barro y un sinfín de estímulos que nos han hecho crecer a todos, he llegado a la conclusión que éste verano si o si teníamos que vivirlo.  No hay que buscar otro porque, que el que era su verano, que era su momento y que ellas tenían que vivir todo lo que han vivido.
Me pongo tristona en pensar que ya pasó, que ahora todo volverá a empezar y que los horarios volverán a poner un poco de orden, al desenfrenado día a día que hemos pasado.  Pero a la vez, me reconforta y me da paz el pensar que les hemos podido dar, el hasta ahora, verano de su vida.

Isona porque tu tenías que vivir la amistad a flor de piel, porque tenías que vivir la libertad y la independencia, las horas de juego diurnas y nocturnas, aprender de otros y mostrar y dar todo de ti... no me queda la menor duda que lo has hecho.


Y Abril, porque tenías que despertar y empaparte de esos mil estímulos que tiene el estar 29 días al aire libre las 24h del día.  Porque has crecido y porque ha vuelto a casa una Abril más despierta, mas movida (si cabe), más traviesa...


Supongo que ya no hay que estar tristes, porque ya queda menos para las siguientes vacaciones...